jueves, 28 de junio de 2007

Los mejores momentos del 2007 (II)

La segunda entrega del primer seriado del blog. No es tan interesante como la primera pero es una historia digna de contar.

El iPhone, en mis manos
Mañana 29 de junio Apple terminará de una vez y para siempre de parir al iPhone, el teléfono celular más versátil fabricado hasta la fecha... fecha oportuna para contar en primera persona cómo me convertí en el primer venezolano (no empleado de Apple) en tener un iPhone en sus manos.
Era martes 10 de enero. Steve Jobs, el chivo que más mea en Apple Inc. le decía al mundo que la niña de sus ojos iba a escupir el iPhone, el entonces rumoreado gagdet que no es más que la resulta de la fusión enitre el iPod y un teléfono celular GSM con acceso a Internet. Todo el mundo lo esperaba. Las más de 5 mil personas que había en el Moscone Center de San Francisco, incluyendo a quien escribe, tuvimos un orgasmo supremo cuando en vivo y de boca del Jobs presensiamos las bondades que el diminuto y súper útil gadget trae. "Apple reinventó el teléfono", así dijo Jobs. Y vaya que sí lo hizo.
El día siguiente de la presentación, el miércoles 11 de enero, cuando me moría de la arrechera porque mi banco jamás me depositó el dinero que necesitaba para comprarme medio San Francisco en oferta, nos tocaba a los periodistas latinos invitados por Apple (tres de Brasil, tres de México, una de Chile y uno de la república bananera y cubana de Venezuela) entrevistar los voceros de Apple sobre EL anuncio. Entramos a la sala y allí estaba. No, no era Steve Jobs ni los ejecutivos de Apple -que sí estaban esperándonos-. ¡ERA EL iPHONE! Tenían uno de muestra, en vivo, real, pequeño, versátil, espectacular. No sólo podíamos hacerle las preguntas a los ejecutivos de Apple, también podíamos meterle mano al iPhone y yo no perdí tiempo: lo manoseé a más no poder... y así fue como me convertí en el primer venezolano (insisto, no empleado de Apple) en tenerlo en sus manos. Es liviano, pero basta que lo tengas en tu mano para que sientas como si nada más con él pudieras manipular a tu antojo y placer el movimiento de traslación y el de rotación del planeta donde vives. Me sentí como He-Man cuando levantaba su espada y decía "Por el poder de Grayskull" y así se convertía en el hombre más fuerte del planeta. Lo tuve; yo. En mis manos.


Aquí puedes ver algunos de los detalles del aparato,



1 comentario:

Anónimo dijo...

vamos a ver quien lo hizo primero mamaguevo hijuepucha coño e madre eres muy debil por asombrar un metro al cuervo que vos tenes a caspar