miércoles, 20 de junio de 2007

Los mejores inventos de la humanidad

Sin entrar en detalles sobre su utilidad (me los puedes preguntar en los comentarios si se te pega la puta gana), aquí pongo una lista actualizable de lo que a mi parecer son los mejores inventos de la humanidad. Si consideras alguno que allí no esté, pues ¿qué esperas? proponlo:




  1. ¡Las mujeres!
  2. El espejo
  3. El papel toilet
  4. Los animales
  5. La alerta vibratoria del celular
  6. Los SMS
  7. El ID de las llamadas entrantes
  8. El iPhone
  9. El Wi-Fi
  10. Los aviones
  11. El Pirulín
  12. Los televisores HD
  13. Las pastillas anticonceptivas
  14. Los baños de carretera
  15. Las mentadas de madre
  16. South Park
  17. La Fórmula 1
  18. Star Wars
  19. El hielo de la nevera
  20. El Bluetooth
  21. Las tetas naturales (no importa que sean pequeñas)
  22. Las cámaras fotográficas digitales
  23. Los pendrive de 2 GB en adelante
  24. Las pizzas a leña
  25. El aire acondicionado
  26. Los viernes
  27. Rammstein
  28. Los médicos
  29. Las vacunas
  30. El blue jean
  31. Lufthansa
  32. Los grabadores digitales de voz y audio
  33. El Windows Live Messenger (antes MSN Messenger)

Las sugerencias

Mi pana Evelyn (una de las legendarias Basura), sugiere que en la lista de los mejores inventos de la humanidad están:

  • Los hombres -ENTIÉNDASE QUE ESTO LO DIJO ELLA-
  • El cepillo dental (no el hilo, ese es una ladilla)
  • La internet y Google
  • El cine con numeración en las sillas
  • El control remoto (de lo que sea)
  • El tirro o teipe o cinta pegante
  • Los push up
  • Julio Verne
  • Las cotufas de microndas

Gracias, Eve. Quitando tu primera sugerencia, las demás están del carajo!

Mi amiga jelouquiti dice que también son los mejores inventos de la humanidad:

  • El microondas (para hacer las cotufas)
  • El cajero automático, los días de quincena
  • La piña que venden pelada
  • Los perros asquerositos
  • El ipod, el aparato para escuchar ipod en el carro, las cornetas para el ipod…
  • La televisión por cable (sobretodo en las cadenas)
  • Los ascensores
  • Bill Gates y derivados
  • El celular, sobretodo si es Nokia

¡Ay! ¿qué güele?

Cualquier parecido con la realidad, ¡es mala leche!
Éranse dos compañeros, muy panas ellos: Edebaldo y Tobías. Eran parte de la plantilla laboral de un canal de televisión, un gran canal de televisión cuyo edificio sede caracterizábase por amplios pasillos, extensos sótanos. Muchas oficinas, departmentos y despachos, pues. Cada día era más atareado que el anterior. La dinámica que imponía la producción de un programa de entrevistas y opinión, en vivo, los llevaba a recorrer casi todos los pasillos y sótanos del edificio en búsqueda de material, informaciones, imágenes (en cualquier formato audiovisual que se te ocurriece) y demás hierbas audiovisuales aromáticas.
Edebaldo no podía pasar un día en que no comprase en el cafetín del canal un cartón de medio litro de Toddy. Al menos uno por día, era la ración. A veces, pa' la merienda, acompañaba el elixir achocolatado de golfeados. Menudo coctel pa'l estómago. Un día, de esos cuando el volumen de trabajo era más fuerte de lo normal, Edebaldo no tuvo mejor antojo que desayunar, en el cafetín de el canal, dos empanadas de caraotas. Vaya que sí tenía muchas, muchas caraotas; todo un material bélico pa'l estómago. Llegó la hora del almuerzo, comióse su plato. Llegó la hora de la merienda y bajó al cafetín a por un medio litro de Toddy y el impelable y obeso golfeado. El estómago ya era todo un almacen de armas químicas en potencia.
De regreso a la oficina de producción, una misión le sería encomendada a Edebaldo: buscar imágenes de calles de Caracas para ser parte del programa de fin de semana. A Tobías le encomendaron algo similar en el mismo momento. Qué mejor ocasión para compartir el mismo camino, éstos dos panas, que el buscar las imágenes en el mismo departamento donde las dispensaban: el sótano tres del edificio del canal, en unos pasillos algo estrechos y donde está el archivo de todo el canal; es decir allí hay (o al menos hubo entonces) muchos discos, casettes, cintas, plásticos varios. Encontrábanse la mujer que hacía los despachos, otra persona que también pedía unas imágenes, Edebaldo y Tobías; parados en la ventana donde se piden las imágenes, la sumatoria de las dos empanadas de caraotas, el medio litro de Toddy y el golfeado, no podría ser más que la expresión de semerendo y fétido peo que a bien tuvo colarse por el desagüe de Edebaldo. El hedor no era nada, nada normal. Imposible de ocultar tamaña hediondés, la persona que también iba a buscar imágenes miró la cara de Edebaldo y Tobías, sabiendo que alguno de ellos dos era el padre de la criatura; arrugó la cara y apretando los dientes dijo: "Miiiiieeeeeeerda, ¿qué vaina es ésta? ¡Váyanse a cagá'pasucasa!". Edebaldo, orgulloso de su acto heróico, el de cagarse en público sin revelar su autoría, regocijóse en una esquina para contemplar riéndose a moco suelto cómo las fragancias digestivas importunaban a a quienes allí estaban. Tobías, quien a los ojos del tipo que se quejó era el cagón, solo disimulaba mientras contenía la respiración para evitar inhalar los agresivos gases.
Pasaba ya como minuto y medio y el peo seguía crudo, vivo, pestilente. El tipo que mandó al autor del efluvio a "cagá'pasucasa", seguía refunfuñando e inevitablemente aspirando los restos de tan desagradable flatulencia. Cuando en la ventana del departamento del archivo e imágenes asomóse la empleada que lo atendía, aspiró un poco y sorprendida exclamó: ¡Ayyyyyyyyyyyy! ¿Qué güeleeeeeee? Mientras el quejón seguía quejándose y Edebaldo agachado se retorcía en una esquina -no de la peamentazón, sino de la risa que le causó el espectáculo que generó-, Tobías rompió el silencio para no quedar mal él ni dejar mal a su amigo y dijo: "No, es que al lado están quemando unos discos". Tan bizarro era aquel gas intestinal, que hasta podíasele comparar con la incineración de los polímeros de un disco.
Esta historia pudo pasarte; o puede que te suceda a ti.

martes, 19 de junio de 2007

Orgasmo imperial

Todo fanático de Star Wars que se respete, tiene orgasmos intermitentes viendo este video de la Marcha Imperial!

lunes, 18 de junio de 2007

Boo!

A que sí es de pinga asustar a la gente!

Cómo saber si se te moja la canoa al llegar a los 30

Este test está full bueno para saber si con tres décadas, o más, de puta vida, se te aflojan las almorranas. Esto viene de un mail:

  1. Llegar a los treinta años y no tener panza, seguro que eres gay. Nada más que decir.
    Comer chupeta: ¡qué mariconada!
  2. Tener un gato. Pana, sólo un homosexual consumado tendría un gato. Un gato es como un perro pero en versión maricón, se lava con su propia lengua, come pescado y nunca se emborracha. Es decir que el hombre que vive solo con un gato en su casa, vive en una profunda relación gay. Solo fíjense: a un perro se le llama con dignidad masculina “perro de mierda venga para acá” “Échate perro coñoetumadre”, pero a un gato… Bsss-bssss-bssss, kiti kiti kiti, ven acá bonito, tan lindo mi gatito… mariconazo de mierda….!
  3. No ir de caza o de pesca porque no hay un baño. ¡Un verdadero hombre caga donde sea!
    Pedir café descafeinado, café con leche descremada o cosas similares: Maricón, café es café, debe ser fuerte…¡¡¡masculino!!!. Las únicas cosas que se le pueden añadir al café son cognac y whisky, todo lo demás son cosas de jevas-
  4. Saber el nombre de más de cuatro tortas: un hombre sólo conoce lo suficiente para desayunar en el bar. ¿Dónde se ha visto que un verdadero entre en un bar y diga “disculpe, me podría poner dos porciones de isla flotante y una de brownies”?¡¡Maricón!!, con 20 equipos de primera división y 25 jugadores en cada uno… a quien le queda sitio en la memoria para recordar los nombres de las tortas.
  5. Alimentar al perro con comida para perros. ¡¡¡Maricón!!! La comida de perros la han inventado las multinacionales para amariconar a los perritos. Un perro come lo que se cae al suelo o lo que desentierra. Después de comer esas mierdas enlatadas se vuelven afeminados, ya no toman agua del chorro, se ponen pajeros, no tocan nada podrido y dejan de perseguir al gato.
  6. Conducir con las dos manos es muy gay, si los cowboys consiguen enlazar a los toros con una sola mano…por qué un hombre precisa de dos manos para agarrar el volante. Las dos manos al volante solo en dos momentos: pasar a otro, tocar la corneta, o jurungarle las piernas a tu jeva. El resto la mano derecha debe estar libra para sintonizar la radio, hablar por teléfono, tomarse la birra.
  7. Pasear los perros con cadenas. Los perros han nacido para andar sueltos, pasear al perro es una actividad de riesgo. Nunca se sabe a dónde va a girar, si va a volver a casa, si le va a morder la pierna a alguien, o si tirara al suelo a alguna vieja. Las cadenas son para maricas no hay discusión.
  8. Mirar la fecha de vencimiento de los alimentos en el mercado es de jevas. Un verdadero hombre no mira esas cosas porque es inmune a los alimentos vencidos. ¿Qué mal le pueden hacer, una salchichas viejas o un pollo piche?
  9. Tocar las verduras para ver su estado antes de comprarlas, no hay duda, es de gay. Un verdadero hombre no le importa el estado de las verduras, al contrario, pueden ayudar a producir peos, con los cuales se divierte luego frente a sus amigos para ver quién los lanza más sonoros y fétidos.
  10. “Le encanta bailar…!!! Maricón!! Los hombres sólo bailan por necesidad de arrimarse a un buen culo , pero de ahí a que les encante…
  11. Conocer los nombres de los actores y actrices de moda de moda y en que películas o novelas actuaron, es de maricas. Un hombre de verdad solo se acuerda que a ese tipo lo vio en otra película cortando cabezas con una espada en cada mano.
  12. Se fija que bien o que mal se viste una jeva y puede recordar de qué color era su vestido ¡¡¡¡mariconazo!!!! Un hombre solo recuerda qué buen culo o tetas tiene.

Se los dije: Cartones Polacos ¡sí existe! (gracias Youtube)

Hay gente que dice haber visto ovnis. Otros, que tienen un amigo imaginario. Todos conocemos a alguien que asegura, por su madre y por la tuya, que le han salido muertos o que les halan las patas por la noche. Hay que admitirlo: todos alguna vez en nuestras vidas le hemos caído a mojones a alguien, o tal vez hemos sido víctimas de alguna perversa alucinación que nos hace pensar que de verdad verda verdad vivimos algo y somos capaces de rasgarnos las vestiduras al insistirle a los demás en que sí pasó. Pero ese no es mi caso; no al menos en esta historia de la cual, tras más de 12 años de ser contada, tengo las pruebas de que era y es cierta:Éranse los tiempos de mi vida universitaria. No importa dónde fuera: en el cafetín -de la UCAB, para más señas-; en el legendario Trébol donde nos enjuagábamos el hígado; en las escaleras de cualquier de los seis módulos. En el salón de clases. Cualquier sitio era propicio y prepucio para preguntarle a mis panas: ¿Chamo, tú viste Cartones Polacos... sí, Cartones Polacos, esa comiquita que pasaban en el canal 5 que eran dos chamitos y uno de ellos tenían un lápiz con el que dibujaba cualquier güevonada en el piso y luego eso que pintaba se materializaba. Si dibujaba en el piso un carro, el carro salía del piso? Daniel, deja las drogas; Daniel, eso nunca sucedió, tú lo soñaste; Daniel, tú debes venir de la dimensión paralela porque yo jamás vi esa vaina; Daniel entiende algo: !nunca existió nada que se llamase Cartones Polacos! Menuda retahíla de coñazos verbales recibía yo. Nadie me creía, nadie nunca los vio. Pasaron los años, de descalificaciones, vejámenes y ultrajes varios en contra de mi pregunta y mi humanidad. Todo mojón que otra persona metía era asociado con "los cartones polacos de Daniel". Pero, gracias al Cielo existe Youtube y allí fue donde conseguí la prueba de que Cartones Polacos sí existe.

Para más señas, lo pasaban en el año de la cataplún en el canal 5 -entonces Televisora Nacional- en alguna hora de la tarde. Los dos personajes se conocían aquí como Bolka y Lolka; en polaco se llaman Bolek y Lolek y en ruso Болек и Лёлек. Ahora que viste el vide ¿si los recuerdas?