lunes, 31 de marzo de 2008

El motorizado y los 100 Bs. F.

Disponíame yo a regresar a mi casa, luego de un muy estresante día de trabajo, cuando se trata de un martes previo al miércoles santo, cuando no regreso a trabajar sino el lunes después de domingo de resurrección, lo que equivale a decir que tenía que dejar un cerro de mierda de trabajo hecha. Procurando evitar los atascos del tráfico típico del centro de Caracas, tomé una vía que no es la usual que tomo para tomar la Cota Mil -camino predilecto por mí para volver a casa-, pensando que serviría de atajo y en efecto lo fue... a no ser porque: distraído, es verdad, estaba analizando cuál de dos subidas me convenía más para agarrar la Cota lo más pronto posible. Puse mi luz de cruce para tomar la que venía de primero, pero por verla más insegura que la otra, aborté y seguí derecho para agarrar la que en seguida se me presentaba. Con el rejalómetro en mil, cruce el volante hacia la derecha para cruzar, cuando de pronto: UN GRAN COÑAZO estremeció la puerta derecha de Kaiser -mi carro-. Lo primero que pensé fue: COÑO, CHOQUÉ Y ME RAYARON EL CARRO... como todo estaba oscuro, en algunas fracciones de segundo me di cuenta que había golpeado a un motorizado -aunque más me preocupaba la raya que suponía había sufrido Kaiser-. Tras volver en sí, luego de los milisegundos de distracción y asombro, logro identificar una vez más que le di a un... motorizado (los insultos más adelante). Lo vi seguir pero tambaléandose de un lado a la moto, a punto de perder el equilibrio y casi a nada de caerse. No estaba cagado, sino IDO EN MIERDA, no sólo porque el... motorizado se cayera, sino porque estaba justamente al lado de un barrio, desde donde seguro saldrían espontáneos defensores del motorizado a quemarme dentro del carro. En menos de un segundo pensé: me doy a la fuga o me quedo? Opté por quedarme viendo con sumo temor al... motorizado, me acerqué un poco con el carro para pedirle disculpas, pero semejante intención no había sido advertida por él. Pensó que me iba y me gritó, en un espeluznante tono a "te voy a asaltar": PÁRATE, PÁRATE, PÁRATE. Si ya estaba ido en mierda, ahora creo que se me habían salido todas las bacterias y gérmenes de mi humanidad. Bajé el vidrio y le dije ya "disculpa, no te vi, no te pasó nada?". El tipo se acercó en su moto a mi ventana con natural molestia reclamándome que qué bolas tengo yo y que le jodí la manilla (no será manubrio?). Y no tardó nada en aparecer un compinche del... motorizado.

Compinche del... motorizado: -Qué pasó (digamos que le llamó "güilimeis")

... motorizado: -Bueno que este diablo me chocó

Daniel Ricardo (chorreado): -No lo vi pana

Tratando yo de salir lo más ileso y rápido posible de la situación, le pregunté al... motorizado: Y cuánto te cuesta eso (la "manilla" según él, el manubrio según yo)? La respuesta que me dio fue tan avanzada como su nivel "intelectual" y tan clara como su futuro. No sé qué coño dijo, pero yo aún en búsqueda de salir lo antes posible de allí, antes de que comenzaran a salir los habitantes del barrio aledaño, le dije: Qué, te doy cien? (afortunadamente tenía efectivo en ese momento).
No sé qué diablos me respondió el grandísimohijodelagranputa (ya no más motorizado), pero lo cierto es que saqué dos billetes de 50 Bs. F. y se los dí. Él, ni güevón que fuera los rechazó, pero aún con una notoria molestia comenzó a bajar el tono de su ira. Sin embargo, el compinche se seguía acercando al carro y reprendiéndome, que qué carajo habría pasado si le escoñeto la moto. Y justo cuando ya tenía la firme actitud de acercarse con violencia, no sé si para patearme el carro o meterme un coñazo por la ventana, llegó otra moto con dos carajos a bordo.
Yo dije: ¡NADA, HE MUERTO! por aquello de la nociva solidaridad entre motorizados cuando le "rompes la uña" a uno de ellos.
Pero todo aquello no fue más que la afirmación de que Dios existe. No se trataba de dos malandros más. Era una patrulla de la Guardia Nacional, con dos efectivos a bordo.
El que manejaba le preguntó al grandisimohijodelagranputa:

GN1:-Qué pasó?
Grandiísimohijodelagranputa: -Buenooo que este me chochó!
GN1.:-Pero yo no vi nada y no te veo en el suelo.
Yo chorreado:- No lo vi, de verdad no lo vi.

Ahí fue cuando dije, bueno ya no soy uno contra dos (o uno contra todo un barrio). Ya al menos había alguien que pudiera evitar que me quemaran allí.

Grandísimohijodelagranputa: -Bueeeno pero él no va a ser loco pa decir que me chocó.
GN1: -EH EH EH... QUÉ PASA? NO ME ALCES LA VOZ!

El GN me vio la cara como para ver si todo estaba bien, le echó un ojo a la moto del grandisimo... y le dijo: "bueno vete de aquí". Me volvió a ver la cara y le hice un gesto con la mano como que, en efecto estaba bien (bien cagado).

No sé en qué momento se fue el grandisimohijodelagranputa, pero quedó el compinche camorrero. Aún con ganas de írseme encima. El GN lo ve y le dice "y tú qué?, baja pues, vete!". Adiós malandros. Ahí se me pasó la cagazón le vi la cara al GN y le dije "gracias, brother". Hasta allí llegó la "tragedia". Tomé la subida que iba a tomar antes de golpear al "ilustrado" sobre la moto. Me fijé que el retrovisor estaba todo doblado; lo acomodé y seguí tranquilazo, sólo por haberme zafado de una coñaza malandril o quizá algo peor; la otra preocupación que decidí postergar era la inmensa raya y posible abolladura que tendría en mi carro.
Llegué al estacionamiento de mi casa. Me bajé con toda la calma del mundo. No quería ver qué aspecto tendría esa puerta, ese retrovisor, esa parte de la carrocería. Me asomé ya resignado y SURPRISE... la carrocería intacta. Sin rayas. Sin abolladuras. Esto se llama salir barato! Sin tomar en cuenta los 100 Bs. F. que le "regalé" a aquel grandisimohijodelagranputa malviviente. Ya más frío y calmado pensé que pude haberle dicho al guardia que aunque no vi al trimardito motorizado de mierda cojido diez veces por el culo, cómo carajos él se atreve a adelantarme por el lado derecho y de paso en un cruce. Quizá así lo jodía y él se quedaba con su gran coñazo y sin sus 100 Bs. F. Pero aún así no me arrepiento de haber reaccionado de esa manera, porque salí del atoyadero en menos de un minuto y, afortunadamente, ileso.
No obstante reforcé mi pensamiento de que si no fuera porque uno se metiera en un gran peo con "romperle las uñitas" a un motorizado, yo los atropellaría a todos sin remordimiento alguno.
Kaputt!